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Medialuna editorial y comunicación

Del silencio incómodo a la risa compartida: la estrategia de los Oscar para recuperarse de un mal chiste

En el entorno corporativo, intentar conectar con la audiencia a través del humor puede romper el hielo y crear cercanía. Sin embargo, no siempre las bromas encuentran la respuesta que se espera. En la gala de los Oscar de 2025, el presentador Conan O’Brien vivió uno de estos momentos en directo cuando su comentario sobre la película nominada “I’m Still Here” fue recibido con más bien poco entusiasmo. Lejos de evitar el silencio incómodo, O’Brien hizo uso de sus más que establecidas tablas y bromeó de inmediato con un “Thanks, one guy! (¡Gracias, un tío)”, dando a entender que solo se había reído una persona y reconduciendo la situación con gracia.

Esta anécdota es un ejemplo de la importancia de la flexibilidad y la capacidad de improvisación cuando algo no sale como se había planeado. Para las organizaciones y sus portavoces, saber reaccionar de manera constructiva ante un chiste fallido o un comentario poco acertado puede marcar la diferencia entre un discurso que se desvanece y otro que sale fortalecido. En Medialuna, hemos identificado tres pautas fundamentales para afrontar estos momentos:

  1. Normalizar el incidente: reconocer sin dramatismo que la broma no ha funcionado ayuda a aligerar el ambiente. Hacer un guiño a ese “fallo en el radar” permite mostrar cercanía y autoconfianza.
  2. Volver al mensaje esencial: tras el comentario poco afortunado, conviene no irse por las ramas y retomar ágilmente la línea principal de la presentación. Las audiencias corporativas valoran la capacidad de concentrarse en el objetivo del discurso, ya sea un lanzamiento de producto, la presentación de resultados o la difusión de nuevos objetivos estratégicos.
  3. Incorporar el aprendizaje: cada intervención ante un público es una oportunidad de crecer. Observar cómo reacciona la audiencia y adaptarse en tiempo real impulsa las habilidades de oratoria y refuerza la sensación de liderazgo.

Para líderes y equipos que deseen perfeccionar estas reacciones en el escenario, Medialuna ofrece la formación Sin Vergüenza, un programa diseñado para fortalecer las habilidades comunicativas y el dominio de la escena. A través de talleres prácticos e intensivos, los participantes aprenden a gestionar el miedo escénico, a improvisar con confianza y, sobre todo, a convertir los imprevistos en oportunidades para conectar mejor con su audiencia.

Saber manejar con soltura un chiste que no triunfa es un signo de experiencia, cercanía y profesionalidad. Medialuna acompaña a las organizaciones y a sus líderes en este camino hacia la excelencia, creando discursos sólidos y resilientes que transforman cada momento en una posibilidad para brillar.

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